Hoy os descubro los secretos de Y nos dieron las diez y Ojos de gata
Érase una vez dos amigos que se dedicaban a contar historias.
Un día, en un bar, se juntaron los dos amigos y uno le contó a el otro el comienzo de una historia, a eso se dedicaban estaban todo el día contando historias incluso en sus ratos libres.
Con el tiempo de su pasión hicieron su profesión y contaban sus historia a miles de personas y la gente les escuchaba con mucha atención, con los ojos muy abiertos.
Un día Enrique, que así se llamaba el amigo al que Joaquín (el otro amigo) le había contado su historia, decide contar a todo su público esa historia. La gente se queda maravillada.
Cuando le preguntan de dónde ha sacado la historia él siempre responde: -me la empezó a contar un día mi amigo Joaquín pero como nunca me llegó a contar el final tuve que inventármelo.
Un día Joaquín que no se le ocurría qué historia contar se acordó de la historia de la chica que le había empezado a contar un día a su buen amigo Enrique y que no había terminado de contar porque aún no se le había ocurrido un final para la historia, pues bien, ese día contó la historia e improvisó un final y parece que acertó porque la gente quedo boquiabierta.
Cuando Enrique y Joaquín se volvieron a ver se contaron mutuamente lo que les había ocurrido con la historia de la chica y sorprendidos por el éxito de ambos se contaron el uno al otro el final inventado de la historia y rieron y brindaron juntos por el éxito de una misma historia con dos finales.
FICHA TÉCNICA
Tema: Ojos de gata.
Grupo: Los Secretos.
Autores: Enrique Urquijo y Joaquín Sabina.
Disco: Adiós tristeza.
Año: 1991
Tema: Y nos dieron las diez.
Grupo: Joaquín Sabina.
Autor: Joaquín Sabina.
Disco: Física y química.
Año: 1992
OJOS DE GATA
Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto.
Cántame una canción al oído
te sirvo y no pagas
sólo canto si tú me demuestras
que es verde la luz de tus ojos de gata.
Loco porque me diera
la llave de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Con el «Quiero beber»
el alcohol me acunó entre sus mantas
y soñé con sus ojos de gata
pero no recordé que de mí algo esperaba.
Desperté con resaca y busqué
pero allí ya no estaba
me dijeron que se mosqueó
porque me emborraché y la usé como almohada.
Comentó por ahí
que yo era un chaval ordinario
pero cómo explicar
que me vuelvo vulgar
al bajarme de cada escenario.
Pero cómo explicar
que me vuelvo vulgar
al bajarme de cada escenario.
Y NOS DIERON LAS DIEZ
Fue en un pueblo con mar
Una noche después de un concierto
Tú reinabas detrás
De la barra del único bar que vimos abierto
«Cántame una canción
Al oído y te pongo un cubata»
«Con una condición
Que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata»
Loco por conocer
Los secretos de su dormitorio
Esa noche canté
Al piano del amanecer todo mi repertorio
Los clientes del bar
Uno a uno se fueron marchando
Tú saliste a cerrar
Yo me dije
«Cuidado, chaval, te estas enamorando»
Luego todo pasó
De repente, su dedo en mi espalda
Dibujo un corazón
Y mi mano le correspondió debajo de tu falda
Caminito al hostal
Nos besamos en cada farola
Era un pueblo con mar
Yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
Y las dos y las tres
Y desnudos al amanecer nos encontró la luna
Nos dijimos adiós
Ojalá que volvamos a vernos
El verano acabó
El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno
Y a tu pueblo el azar
Otra vez el verano siguiente
Me llevó, y al final
Del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente
Y no halle quien de ti
Me dijera ni media palabra
Parecía como si
Me quisiera gastar el destino una broma macabra
No había nadie detrás
De la barra del otro verano
Y en lugar de tu bar
Me encontré una sucursal del banco hispano americano
Tu memoria vengué
A pedradas contra los cristales
«Se que no lo soñé»
Protestaba mientras me esposaban los municipales
En mi declaración
Alegué que llevaba tres copas
Y empecé esta canción
En el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
Y las dos y las tres
Y desnudos al amanecer nos encontró la luna